Al viejo estilo IV
( capítulo cuarto )
Conocíamos el valor de las cosas y la lógica de heredar camisas o abrigos de los hermanos mayores. Para sacar o meter pinzas o dobladillos, poner o quitar hombreras, o dar la vuelta a chaquetas o saharianas estaban las modistas que iban a coser a las casas en las máquinas Singer de pedales. Guadalupe se llamaba la nuestra de Madrid. Llevaba el pelo acardenalado en permanente achicharrada y tenía un novio torero o casi.
En las fiestas mayores y en algunas menores, en la casa de los peones camineros los labradores y tractoristas aradores hacían un baile, con laúdes y bandurrias. El aparcero que mejor tocaba la mandolina, a púa, se llamaba Tomás “El de la Alfalfa". Las mozas le festejaban y le buscaban las vueltas, de galán que era. Hice buenas migas con él, y al caer la tarde me dejaba acompañarle a segar con hoz alfalfa para echarla de comer a los conejos, que bien que servían para el arroz cuando no era temporada de caza.
Bien mirado, me parece que en aquella bendita dehesa las vedas no se respetaban escrupulosamente y las parejas de la Guardia Civil que hacían sus rondas a pie eran tratadas con gran consideración. Más de una vez les vi recibir un par de cartones de Chesterfield de contrabando,traído por los barcos extranjeros que venían a cargar a las salinas de San Pedro del Pinatar o a las de Torrevieja. También circulaba el Pall-Mall largo y sin filtro, así como el rubio inglés de Virginia que decían Navy Cut. Éste último fue causa próxima de mi primer y no grato encuentro con el cigarrillo.
( Zacarías Cerezo, acuarela de las salinas de San Pedro del Pinatar; foto Aguilera )
Absolutamente enganchada a tu plasticidad, me has vuelto a arañar más recuerdos, Manuel.
ResponderEliminarBesos,
Qué bonita era la vida entonces, aunque te quemaras la piel.
ResponderEliminarMe encanta la sencillez y el saber adaptarse a las circunstancias sin dejar de ser feliz.
Beso de encaje y puntilla, Manuel.
Otro episodio lleno de entrañable seriedad en tono de humor tierno.
ResponderEliminarUn saludo, Manuel!
Vaya cuantos recuerdos revolotean en mi, todos ellos han sido despertados por tus letras.
ResponderEliminarTe dejo besos a cambio de tan gato momento
Evocador, nostálgico y de ensueño.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel
Aquí viene una más a rendirte admiración.
ResponderEliminarHoy he recordado a nuestra modista Mari Pi (María Pilar), a la máquina Alfa de mi bisabuela y otras muchas cosas.......
La precisión en tus recuerdos, tu estilo literario y la acuarela del final hacen que esta entrada sea una maravilla.
Buenas noches Manuel
Vengo con cierto retraso(por culpa de una semana de trabajo horrible) a ponerme al día con el número 4 y el 5 seguidos de este fantastico relato, que consigue arrancarme sonrisas nostalgicas al recordar, los trabajos de costura de Pastora, o las primeras caladas de "chester" corto de contrabando en Algeciras
ResponderEliminarGracias por hacernos abrir nuestros "baúles de los recuerdos"
salu2