Luz en los ojos, arde el bronce
Arde el bronce frente a las casas. Las palomas se levantan sobre la calle. Olor a lino trenzado por blancas manos en días invernales. Luz en los ojos ungidos de ocaso.
Como cuando fui niña, oigo un manantial de música, veo presagios adheridos al aire de febrero, mientras el incienso y la fiebre se instalan en mi corazón.
Azul y lunes en la ciudad.
( La foto de arriba es de Rapunzel's Deligth. Las de abajo son mías )
Leyéndote, por un momento me he metido en uno de mis recuerdos de niña, concretamente un fin de semana en el campo de mis abuelos, sentada en un piedra de sillar tomando el sol invernal y hasta he recordado olores. Te aseguro que ha sido muy grato.
ResponderEliminarBesos
Exquisitas y bellas tus letras amigo, aderezadas con hermosas imágenes, preciosa conjunción…
ResponderEliminarUn placer visitarte ;-)
Bsos
Me han gustado tus imagenes y su luz. Despiertan rememoranzas inconcretas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Gracias mil, querida María!..."en el campo de mis abuelos...sentada en una piedra de sillar..." Ahora eres tú quien quien me lleva de la mano a otras remembranzas de cuando niño. Besos proustianos.
ResponderEliminarQuerida Ginebra, así fue: al terminar de escribir esas líneas, me inundó una paz tan suave como el caer de la nieve ¡Gracias!
ResponderEliminarTe quedo muy reconocido, amiga "emejota"...amo los recuerdos poetizados e inconcretos. Abrazos buenos.
ResponderEliminarUnas líneas muy paradójicas y fotográficas, Manuel. Y mañana es lunes, vaya...
ResponderEliminarSutíl y bello, como un hermoso sueño...!!!
ResponderEliminarUn abrazo Manuel Mª
Pues sí, Alice, líneas...¿de mujer?...intenté meterme en vuestra piel. Y mañana será un lunes azul ¡Gracias!
ResponderEliminarMerce, querida, mis letras sueñan para ti ¡Gracias!
ResponderEliminarMe ha gustado, con esas palabras haces que evoquemos otros tiempos, además con las imágenes haces que la rememoración sea sencilla.
ResponderEliminarLuz en los ojos y luz en el corazón, en tardes de ocasos recuerdos de alma tatuados en el pecho de sol y de lunas en bellos recuerdos de un ayer...
ResponderEliminarAbrazos de MA para ti amigo Manuel.
Olor también a lana hilada por unas manos hábiles que yo no llegué a conocer (aunque también haya escrito sobre ellas): las de la madre de mi abuelo materno. Para esto sirve, creo, fundamentalmente la literatura. Besos.
ResponderEliminarLunes de azul y bronce, incienso y fiebre en el corazón de una mujer que recorres con especial maestría.
ResponderEliminarUn beso en tonos ocres.
Me gustan tus lunes el mío se convirtió en gris y lloroso cuando fui atacada por un malnacido resfriado que me ha mantenido alejada de estos mundos, menos mal que en el tuyo, dorado se combina a la perfección con el azul de ese cielo.
ResponderEliminarMe pongo al día lentamente con restos de fiebre y alma mimosa.
Besos contagiosos
Una ternurita, también me remontó a la infancia, llevando conmigo los aromas y los recuerdos.
ResponderEliminarun abrazo de niña
MARAVILLOSA COMBINACION DE IMAGEN Y ESCRITO
ResponderEliminarHA SIDO COMO VIAJAR AL PASADO EN UNA LUZ DE NOSTALGIA
MIL BESOS DE LUZ
TE INVITO A PASAR POR MI BLOG
http://lucesdemiser.blogspot.com/2011/03/espolenado-tus-infiernos.html
BEA
Como siempre encantador... un saludito Manuel.
ResponderEliminarManuel Maria, desde estos días donde los cielos se visten de gris, es un respiro acercarme a tu espacio donde la buena fotografía y escritura hacen amalgama, y empujan a continuar el tránsito sin temor a lo que se hallará en cada esquina.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Anna Francisca