La enfermedad del amor
(fotografía Man Ray / Lee Miller)
El amor es una patología desesperada pero no grave, por ser normalmente de breve curso. Es enfermedad con larga tradición literaria y buena prensa, muy en boga desde la eclosión del Romanticismo en el siglo XIX.
Se contrae a través de los cinco sentidos y no tiene, al igual que el catarro común, tratamiento específico sino sintomático: mucha cama, alimentación estimulante y abundante agua y jabón.
No existe vacunación eficaz puesto que en su estructura molecular se pueden observar elementos víricos de pasión y sexo juntamente con otros bacterianos que atacan al cerebro y estimulan el egocentrismo-patrimonial. Los grupos de población más expuestos a la infección amorosa son los adolescentes, los cuarentañeros y los ancianos solitarios opulentos y acaudalados. Los brotes más violentos de esta pandemia suelen observarse en primavera y en otoño, al regreso del período vacacional compartido con la habitual pareja.
Salvo en casos extremos descritos en cierta clase de literatura no científica, este padecimiento se cura por el simple transcurso del tiempo. El amor patológico desaparece por consunción y aburrimiento. Es decir, de muerte natural. Cosa distinta es que se asocien factores colaterales que compliquen el curso de la enfermedad amorosa, como pueden ser el envenenamiento de un rival o esposo, suicidios en pareja o colectivos o bien grandes depresiones bursátiles y financieras.
No se conocen medidas eficaces de prevención. Dícese que los Estados capitalistas están ensayando subidas de impuestos para las poblaciones de riesgo, encarecer las hipotecas-basura y encerrar preventivamente a los últimos románticos, como servidor de ustedes, quien escribe estas líneas desde su celda de un establecimiento frenopático.
Manuel María, hazme un sitio en el frenopático que como descubran la vacuna en el año y medio que me queda para llegar a los 40 me veo allí contigo, amigo mio!!
ResponderEliminarsalu2
La enfermedad del amor, es un virus mortal que ataca fuerte al ser humano y luego deja secuelas graves, al que a el sobre vive jajaja.
ResponderEliminarBesos sin virus y con salud de amor.
Modo original de descrever o amor, magnifico!
ResponderEliminarUm abraço
oa.s
Leamsi, compañero, ¡quién pillara los 40! Intentaré reservarte plaza pero...con los recortes en los gastos sociales...¡no sé,no sé!
ResponderEliminarAbrazos, Ismael
¡Gracias MA, paisana! El amor lleva fecha de caducidad, como los yogoures.
ResponderEliminarBesos de los de toda la vida.
¡Mil gracias y saludos para la bella OcéanoAzul!
ResponderEliminarMuy bueno.Enhorabuena.Y que el amor no nos enferme.
ResponderEliminar¡Eso es, Irene, y si nos enferma...que nos mate de locura y sinrazón!
ResponderEliminarEnrique Jardiel Poncela, escribiò que el amor "es una locura peligrosa. Como asomarse a un acantilado : estàs en peligro mortal, y sirves de entretenimiento a quien te estè mirando".
ResponderEliminarBien escrito, amigo.
Un abrazo.
Así que el amor es una patología desesperada pero no grave...Disiento, señor mío. Además parece que solo cuenta usted los toros desde su visión masculina y de ahí la moza de tetas siliconáceas, agudas y pequeñajas (no le dio de sí el presupuesto)que nos preside su magnífico-por otro lado- pensamiento.
ResponderEliminarEl amor desde el punto de vista femenino, es grave siempre, salvo esos casos perdidos en el que se instala un "igual me da" tristísimo que también lo hay. O si no, recuérdese el caso aquel en el que creyéndose burlada, una buena señora (y no retiro lo del "buena") cortó por lo sano, literalmente, los atributos al marido que yacía a su lado cuando ya lo había estado antes con la ladrona de una amante. Factor colateral que usted diría, señor mío...
Bien, pues...me ha encantado. Toda una tesis, Manuel. De maestro. Olvidas, eso sí, escrudiñar lo que ocurre en la parcela de los sesentones y que por mucho que se diga, no son ancianos. Me niego.Eso era antes y me habría encantado.
Pienso que si lo que se escribe arranca una sonrisa envuelta en verdades como puños, es magistral, hala.
En mi blog me despido con alguna foto mía y demás, pero no descarto la posibilidad de leer a los que especialmente me divierten por su buen hacer y decir.
¡Buen verano! Un abrazo, Carmen.
Eres un caudillo, amor, un tirano sanguinario
ResponderEliminarque no te basta con los grilletes de hierro al rojo vivo
que me deshacen los tobillos. Me anulas con engaños
y con la falsedad de venenos y filtros mágicos.
Ya no pienso. Sólo babeo, necio,
bajo el dominio mórbido de un sufrido claro de luna
y ahora me haces creer que el temblor de los miembros
es superior a la libertad perdida.
Mira que te digo, escucha, cuervo de mal agüero:
el dolor es mucho más cierto que tu vuelo apagado
que amenaza la alondra, el mistral y la luz,
y el entendimiento nunca gana en nobleza
por tus penurias, que me estimulan, sólo,
un inútil exceso de sufrimiento y bilis.
SALUD
Francesc Cornadó Estradé
Conozco, desde hace tiempo, el lenguaje de las flores
ResponderEliminary he preguntado al azahar
si tus mejillas encendidas me quemarían los días,
si los ojos llorosos de las noches del sur
me traerían el espanto del amor perdido.
Las flores responden con la lengua de siempre:
el fuego y la noche son apariciones naturales
como la serpiente y el ácido desoxirribonucleico.
Salud
Francesc Cornadó
El amor es el sintoma mas patologico, desde el momento q dos quieren convertirse en uno, pero es inherente al ser, jej muy bueno el art, besos
ResponderEliminarMe ha gustado tu entrada, lo natural sería estar de acuerdo y lo podría estar, peeero..... habría que ver lo que cada cual entiende por amor, aparte del esquema convencional que tan bien has descrito. El mayor enemigo del amor puede resultar siendo tanto un exceso de imaginación como un defecto de la misma. Peeeeroo.... resulta tan endorfínico .... que quien lo encuentra no lo querría perder. A partir de ahí podría decirse que se inicia un nuevo misterio aparente...... por desconocido aparentemente. Si resultare conocido del todo, podría llegar a resultar aburrido, por tanto poco tendría de misterio y dejaría de ser amor de semejantes características, para pasar a otro tipo de relación, archivada junto al resto de todas las demás.
ResponderEliminarLuego los pobres seres humanos gastamos palabras mil para dolernos de esta circunstancia que nos hace repoblar el planeta, hasta que con el paso del tiempo acabamos enmudeciendo como mandan las leyes de la naturaleza. Beso.
Hace tiempo escribí este poema. Tu texto me lo ha recordado, por el tema y las comparaciones y lo he buscado para regalártelo. Me ha encantado tu texto. Entretenido, prosa ágil, ironía fina...
ResponderEliminarPANDEMIA IMPOSIBLE
He oído que van a prohibir enamorarse
y en los paquetes de preservativos
van a anunciarnos qué nocivo es el Amor.
Está causando unos gastos tremendos
a nuestro estado en crisis
económica.
Ninguna medida preventiva
protege totalmente de esta pandemia
no existen vacunas
ni antídotos en las farmacias y
los medicamentos siguen demostrándose
ineficaces.
Los psicólogos están desbordados
y lo peor es que los síntomas se confunden
con los de otras enfermedades
como el trastorno del eterno encaprichado.
Los intentos de suicidio van en aumento
y no hay camas suficientes en los hospitales.
Así que van a prohibir enamorarse
y en los paquetes de preservativos
van a anunciarnos qué nocivo es el Amor.
Tranquilo, pronto te dejarán ir del frenopático. No hay presupuesto. A no ser que vayas de pago. ¡Qué sería del mundo sin los románticos! entre otras cosas, ¿dónde estaría yo? ¿qué sería de mí? Benditos sea(n)!
Besos
Yo estoy en busca y captura, así que perdóname si no te digo desde dónde te escribo...
ResponderEliminarUn beso desde la clandestinidad,
Alice...¿no estarás en el pabellón de mujeres de mi propio manicomio? ¡Señor, qué cruz! Beso y contraseña.
ResponderEliminarMAR, ya sospechaba yo que ambos recorremos territorios análogos. Me encanta tu Pandemia: está escrita con la frescura del mejor Benedetti.
ResponderEliminarTe visitaré cuando la celadora me deje conectarme a tu blog. Beso afín, serafín, sinfín, SanSerenín...
Emejota: y no será que la naturaleza más que madre es madrastra pues sólo estimula lo que conviene a la especie...Ya sabes lo del síndrome del oso panda en cautividad ¡Gracias mil y besos antiguos!
ResponderEliminarGaucho, amigo, muy bien traído a colación a Jardiel, de quien he visto representar buena parte de su producción teatral...¡Gracias y saludos a la cruz del sur!
ResponderEliminarAmigo Francesc, "Me hieres en el centro más profundo,/pues conoces que el hombre no tolera,/estar vivo sin más..." Los versos de Cernuda
ResponderEliminarme traen los tuyos, con otros de Vallejo...Eres una especie de lujo asilvestrado para mis escriturillas. Salud, camarada.
Obrigado Manuel Maria, por estares seguindo o meu blog.
ResponderEliminarComo diz o Gaucho o amor é uma loucura perigosa,
mas também pode ser uma loucura bem gostosa.
Abraço,
José.
Manuel:
ResponderEliminarUsted señor es un demonio escribiendo, me ha hecho reír de buena gana, su ingenio e ironía merecen un Merlot de mi tierra...Yo se que formo parte del grupo romántico-sensual, que no puede estar sin amar. Me niego a estar más allá de determinado tiempo, sin ver estrellitas de colores, ni sentir espasmos de la más variada intensidad. ¿Es adictivo no?.
Un abrazo.
Muy Sra. de mi consideración:
ResponderEliminarSu caso presenta mal aspecto. En mi experiencia clínica diría que su adicción no responderá a ningún tratamiento. Por tanto ¡relájese y disfrute de su locura incurable!
Abrazo comprensivo.
¡Gracias amigo José! Bienvenido a esta casa suya. Saludos cordiales
ResponderEliminarQuerido amigo, camarada, compañero, aliado...
ResponderEliminarVeo que me quedan 5 años de peligro cuarentañero, para pasar a otra fase. También compruebo que mi sintomatología y contagio es más que severo, extremadamente contagioso por lo que veo. Esto es lo que me ha convertido en prófuga del tiempo, adicta consumidora, escurridiza experta en esquinazo a la apatía.
Salgo en los carteles de se busca al más puro estilo americano de los gobiernos capitalistas ya que conseguí burlar a la muerte natural y le planté cara al suicido, la depresión y demás agentes enviados para acabar conmigo.
Ahora bien, si tu compartieras tu celda conmigo, puede que estuviera más que dispuesta a entregarme y someterme a tratamiento.
Mis besos anciano acaudalado y solitario...
¡Gracias "40ynada" Te ha faltado añadir "aunque me esté mal el señalar" Dispón de mi celda y de mi persona o de lo que queda de ella...
ResponderEliminar¡Hale, a ser felices!
Buenisimo! Justamente estoy leyendo "En las cimas de la desesperación" de Emile Ciorán y dice q las personas se vuelven líricas en momentos decisivos de su existencia...."El hecho de que casi todo el mundo escriba poesía cuando está
ResponderEliminarenamorado prueba bien que el pensamiento conceptual no basta para
expresar la infinitud interior; sólo una materia fluida e irracional es capaz
de ofrecer al lirismo una objetivación apropiada...."
Hermoso espacio. Un saludo grande al otro lado del charco.
Así es "La hija de la Lágrima! La enfermedad del amor es "hielo abrasador, es fuego helado..." Cuando termines con el gran Ciorán, puedes engancharte con Schopenhauer y luego...venirte unos días a Madrid, en donde te coronaré como "Reina de la intelectualidad"...Eres una bella persona y una excelente escritora. Allá te mando el olor de unas rosas....
ResponderEliminarEl amor es una enfermedad que todos queremos sufrir y a la vez disfrutar, a cualquier edad y condición con el riesgo de hacer tonterías en su nombre, y como tu dices se cura principalmente en la cama y se corre el riesgo de que te llamen romántico/a si lo proclamas a los cuatro vientos.
ResponderEliminarManuel pasé un buen rato leyendo este texto, esbocé una sonrisa, y eso es importante en estos tiempos que vivimos.
Besos
Puri
Puri, gracias por tu amable comentario: "sol en el rostro y en el alma luna..." así lo sintió el poeta. Besos
EliminarPuri, gracias por tu amable comentario: "sol en el rostro y en el alma luna..." así lo sintió el poeta. Besos
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