Sin pijama y sin recuerdos (capítulo octavo)
( mi carnet de socio del Atleti )
En el aeropuerto compro, con dinero en metálico, un pasaje para La Habana. En el mostrador de embarque una encantadora señorita me pide pasaporte y visado. Como quiera que no hago ademán de buscar en los bolsillos, pues me limito a enseñar el carnet de socio del Atleti que siempre llevo en a mano, la muy zorra hace una llamadita por teléfono y un guardia civil con bigote y tricornio me conduce a la comisaría del aeropuerto.
Nadie cree que esté indocumentado. Dicen que mi carnet está caducado. Me miran feo. Temo perder el vuelo y pido ver al comisario jefe.
Diez minutos después entro en un despacho, presidido por la foto de un señor alto y rubiales que se parece al enano de Franco como un huevo a una castaña.
El hombre que mira por la ventana se vuelve, me observa con cara de poli bueno y exclama:
- ¡Coño, don Manuel!
Ahora soy yo el que mira y me viene la segunda iluminación del día:
- ¡Coño Gumer! ¡Usted es Gumersindo Morales!
Nos damos un abrazo y no se me ocurre otra cosa que preguntarle si no está ya jubilado. Me contesta que no, que ahora la edad de jubilación está establecida en los setenta y cinco años, ordena que me hagan unas fotos y me hace entrega de un pasaporte de apátrida en su categoría de platino plus.
El visado lo arregla con una carta de su puño y letra dirigida al Director General de Inmigración de la República de Cuba.
No hay tiempo para decirle a Gumersindo que en todos estos añitos no he hecho nada, que he estado durmiendo, pero sí de prometerle que cuando vuelva por España nos tomaremos un cafelito y rememoraremos su pasado, que yo no lo tengo. Me acompaña a una puerta de embarque que queda donde Cristo dio las tres voces y un poco más allá.
Por ruego de mi amigo el comisario sabio y honesto me instalan en grand-class; cierro los ojos y concilio el sueño yo solito y sin orfidal. Antes de despegar empiezo a roncar y a soñar ¡La Habana!
Nadie cree que esté indocumentado. Dicen que mi carnet está caducado. Me miran feo. Temo perder el vuelo y pido ver al comisario jefe.
Diez minutos después entro en un despacho, presidido por la foto de un señor alto y rubiales que se parece al enano de Franco como un huevo a una castaña.
El hombre que mira por la ventana se vuelve, me observa con cara de poli bueno y exclama:
- ¡Coño, don Manuel!
Ahora soy yo el que mira y me viene la segunda iluminación del día:
- ¡Coño Gumer! ¡Usted es Gumersindo Morales!
Nos damos un abrazo y no se me ocurre otra cosa que preguntarle si no está ya jubilado. Me contesta que no, que ahora la edad de jubilación está establecida en los setenta y cinco años, ordena que me hagan unas fotos y me hace entrega de un pasaporte de apátrida en su categoría de platino plus.
El visado lo arregla con una carta de su puño y letra dirigida al Director General de Inmigración de la República de Cuba.
No hay tiempo para decirle a Gumersindo que en todos estos añitos no he hecho nada, que he estado durmiendo, pero sí de prometerle que cuando vuelva por España nos tomaremos un cafelito y rememoraremos su pasado, que yo no lo tengo. Me acompaña a una puerta de embarque que queda donde Cristo dio las tres voces y un poco más allá.
Por ruego de mi amigo el comisario sabio y honesto me instalan en grand-class; cierro los ojos y concilio el sueño yo solito y sin orfidal. Antes de despegar empiezo a roncar y a soñar ¡La Habana!
muy bueno, irónico, elegante
ResponderEliminarSaludos blogueroe
Desbordante creatividad, ¡mira que decir que puede conciliar el sueño sin Orfidal!
ResponderEliminarPor fin se reconoció así mismo el hombre volvió a tener pijama, recuerdos y nombre jaja. gracias a un señor que lo reconoció y le devolvió a la vida y a la memoria de una tierra mágica¡La Habana!
ResponderEliminarBesos habaneros de luz y de color de MA para ti amigo ,en esta linda tarde.
Una historia curiosa y una divertida crítica.
ResponderEliminar(¿ Del Atlético? Jooooo. ÉSe será el elemento de la discordia)
Un abrazo.
Kayla, es un deber moral estar al lado de los débiles...Abrazos
ResponderEliminar¡MA, siempre fiel a mis citas! ¡Ay, si otras ninfas fueran como tú...! Te beso
ResponderEliminar¡Gracias Pitt! Hombre, poder se puede...si te tomas un transilium...Me gustaron tus dos blogs y tu generoso enlace ¡Hale, a ser feliz, cual perdiz!
ResponderEliminarMil gracias a Jose Antonio del Pozo...me iré a vivir un buen rato a su blog y os cuento...Abrazo fraterno.
ResponderEliminarMuy original y divertido en esta ocasión. ¡Por favor!, no vuelvas a quedarte dormido en el avión otro montón de años.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
¡Gracias Carlos Galeon! Eres muy amable, aunque noto un ligero retintín de sorna...Me dormí la tira de años y este es el día en que los médicos no me dicen qué diantres pasó...
ResponderEliminarTe mando un abrazo, que me está entrando un sueñecito bien rico...
Sin pijama y sin recuerdos, pero del Atleti...¡Cómo molas, Manuel!
ResponderEliminarAlice, reina, nací con ese defecto de fabricación...Te mando dos besos
ResponderEliminarYo también soy defectuosa, en ese y en un montón de sentidos, sobre todo en el más común de todos.
ResponderEliminarDos besos para ti también,
Alice,la fille perdue,en cuanto a mí "ningún error humano me es ajeno" ¡El sentido común es para los seres vulgares! ¡Vive la differance!
ResponderEliminarBesos de cine de verano
Yo también cierro los ojos y sueño con La Habana...
ResponderEliminarAhora si me toca esperar y babearte de besos jejeje
Saludos:
ResponderEliminarTodo un placer descubrir tu creatividad. Tu entrada es "real y absolutamente auténtica", se puede palpar. Gracias.
Ey, Aguante el aleti!!!
ResponderEliminar40añera, sigo apostado en la puerta de casa esperando esos besos prometidos...¿para cuándo?
ResponderEliminarGrekosay, me gustó mucho tu blog...¡Nos vemos y nos leemos!
ResponderEliminarEl Escritor...¡Aúpa Aleti!
ResponderEliminarAndaba perdida de tus pijamas y recuerdos, mejor dicho, de tu personaje que no los tiene, atareada en seguirte en otras latitudes. Ahora me actualizo. Cada vez me gusta más esa trama.
ResponderEliminarBesos.
Nos vemos en el Caribe con teles y...
ResponderEliminarAUPA ATLETI!!!!
Atleti, Atleti, Atlético de Madrid,
Atleti, Atleti, Atlético de Madrid,
Jugando, ganando, peleas como el mejor,
porque siempre la afición,
se estremece con pasión,
cuando quedas entre todos campeón,
y se ve frente al balón,
a un equipo de verdad,
que esta tarde de ambiente llenará.
¡Bienvenido sea El Sabio de Hortaleza! ¡Loor,fama y gloria para nuestro Atleti,víctima hoy de arbitrajes y conspiraciones de los poderes fácticos! Escrito está en mi alma vuestro comentario:en Ultramar os espero,debajo de un cocotero, que de impaciencia me muero...!
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