Escritor, espía de sí mismo
Un escritor es un espía de sí mismo. Por eso yo espío a esa persona que vive en casa, escribe en mi mesa de caoba y duerme en mi cama y se llama como yo, pues yo soy uno en esencia y dúplice en persona inmaterial.
Tal vez sea que cada alma, cada espíritu, habita en dos cuerpos distintos. O que un cuerpo alberga a dos espíritus diferentes.
Así se explica que, día sí y día también, los libros que estoy leyendo cambien de emplazamiento, mis lápices y cuadernos de habitación, mi termo del té de mesa y…mis novias de novio.
La noche de anoche resultó ser noche toledana. La melatonina obliga. En el prefacio nocturno y cubista del primer sueño asisto a un tráiler sobre mi evolución por selección natural. Mi abuela no soporta que la evolución sea ciega y que yo resulte un subproducto sin autoría intelectual. No buscado.
En el segundo tempo de mi noche inacabada, la orquesta filarmónica nacional de Hungría, dirigida por Zsolt Hamar, interpreta un poema sinfónico titulado “La metafísica del babuino”. A su término un psicólogo-primatólogo que venía de pasarse la friolera de quince años estudiando a mis primos en la reserva de Moremi, en el delta del Okavango, salió al escenario travestido de babuino al tiempo que gritaba “¡tenemos conciencia y sentido de seres sociales!”.
Me despierto. Los tejados aún están oscuros. Aún no amanece. Y yo, convertido en paria social, me dispongo a recordar el amor que quita el miedo a la muerte. Me reafirmo en el propósito de exigirme a mí mismo el respeto que merezco. Mis cuentos no deben ser sometidos a las indignidades del juicio ajeno y de la competencia con otros.
Amanece. O no. No, no quiere abrir la alborada.
Vuelve la noche a mi guarida y mis fantasmas salen a pasear. Deambulan por el tercer sueño. Culpas en pena. Miedo me dan los remordimientos que me sobrevendrán por mis actos futuros, cuando los vaya cometiendo.
Me levanto de un brinco y me voy a ver la ampliación del museo del Prado. Mi simpatía por Paul Valéry no ha muerto. Le digo a Moneo que, cuando estoy dentro del edificio de Villanueva, recuerdo el buen tiempo que hace fuera.
No sé qué comentarte, salvo que tu relato engancha y que en mi casa se abren los cajones solos.
ResponderEliminarY que si no queremos someternos al juicio ajeno ¿para qué escribimos y nos exhibimos en internet. Yo también padezco esa contradicción.
Un abrazo
¡Ay el Ego, el Ego!, muy bueno...pero ya que te pasas, Espuma, ¡quédate hombre!.
ResponderEliminarUn beso
El Museo del Prado es un refugio estupendo contra las pesadillas vitales.
ResponderEliminarMagnífica elección, Manuel.
Me gusta este aire de fantasía que se respira hoy por tu blog.
Un beso fantástico ( o dos).
Si soy tuya hasta la muerte jajajja.Conoces los chickes totito, hay Manuelito, te pegas como ellos,quién se reciste a tus palabras tan bien escritas, nada más ten en cuenta una cosa... escribes tan bonito... se te quiere, se te quiere.
ResponderEliminarComparto lo de la dualidad, a veces resulta menos aburrido que la unidad. En fin, en cuanto al resto, solo añadir que soy marmota natural y duermo con animales, lo cual vela mi sueño entre ronquido y silbido. Los museos.... no se, no me gustan, prefiero visitar los ajenos, los lejanos, por eso de la distancia, tan atrayente para mis sentidos. Bs.
ResponderEliminarA veces son las noches largas, muy largas. Quizá, demasiado para un simple ser humano. Pero seguramente jamás, para un escritor. ¿Qué sería de nosotros si sencillamente, sin más, abriese el día? Besos.
ResponderEliminarHola sembrador incansable. Tu voz siempre despierta el hambre. Y rompe al sobre que ilumina. Besos.
ResponderEliminargracias por el arte!!!! impresionante!!!!!
ResponderEliminarun abrazo
lidia-la escriba
En las noches de insomnio es necesario recurrir al amor para no tenerle miedo a la muerte.
ResponderEliminarMe gusta esta página del diario de un insomne.
Beso amplio,
Es grato el leerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Querido Manuel, no podrás librarte del BUEN juicio ajeno y de la competencia LEAL de aquellos que te admiran y cuando no duerman bien, podrán reconocerse en tus noches, las de un hombre inquieto vagando del lecho al estudio, tratando de gestionar las emociones mal llevadas.
ResponderEliminarBesos.
Escritor y espía de si mismo... amigo Manuel que bien conoces en tu sentir de alma a tu alma doble... a tu otro yo espiritual.
ResponderEliminarEl escritor de noche en silencio hasta el amanecer escribe y de día mira y ve pasar la vida ...el entorno lo ve con ojos de visionario.
Un placer leer tus post siempre apreciado y admirado amigo.
Besos de MA.
Feliz noche de fin de semana.
me encanta tu manera de ver las cosas genial
ResponderEliminar"Factores que modulan la secreción de melatonina. Endógenos: Estrés y la edad".
ResponderEliminar:) Creo que tu caso es la edad, maravillosa edad que te permite escribir, redactar, sin considerar o tener en cuenta las interpretaciones de los lectores. Realmente, no se podría continuar escribiendo si te tomas en serio todos los coment que te dejan tus lectoras/es.
Estos tres sueños no los consideraría pesadillas o si? :)); mejor los considero una verdadera lucidez.
un saludo
Me gusta tambien este blog.....dejas tu alma en el
ResponderEliminarmil besos
"Cabe aclarar que el término fandom se asocia sobre todo con los aficionados a la ciencia ficción o a la literatura fantástica".
ResponderEliminarcrees que tengo esta facilidad?
jajaja
yo no me veo escribiendo literatura fantástica... hay que tener mucha imaginación.
gracias por tu visita y comentario.
un abrazo :)
El piropo me queda bien grande, pero que muy grande, de veras.
ResponderEliminarun abrazo
:))
Las penurias del escritor.
ResponderEliminarMe pasa igual en cierta manera. Pero vivo multiplicidades.
"Me meto tanto en la vida de mis personajes que de vez en cuando debo ir a lavarme la cara y mirarme al espejo para recordar quién soy" - Nidael Doré.
Aprovecho para invitarte A
"Un roce entre los labios"
http://nidaeldore.blogspot
Un gran abrazo
Hola Manuel, pasaba por aqui y vemo que me gustan las letras de este blog. Si me lo permite me quedo. Le invito al mio.
ResponderEliminarSaludos
Yo no tengo insomnio necesito cada noche para ser una distinta de la que cuando llega el alba se levanta y camina
ResponderEliminarBesos de cada una de ellas
Gracias Manuel por poner el corazón en todo lo que haces. Poesía eres tú!
ResponderEliminarGenial.....
ResponderEliminarTe dejo mis saludos cordiales.