Griega es la noche II
Segunda parte
Hilton Athens
Escribo mientras ceno en el jardín del hotel Hilton Athens. El restaurante se llama “Milos estiatorio” y me lo ha recomendado mi amigo Demetrios, que es un tío cabal. En la mañana fui a su despacho en el edificio Alpha y me colmó de regalitos olímpicos y atenciones mil.
Como quiera que la policía ateniense está de huelga, y el tráfico griego es de mírame y no me toques, me acerca al hotel un mecánico de la compañía a caballo de una moto BMW más grande que el de Troya. Me enlacé con tenacidad al jinete de acero porque, siendo ésta la tercera vez en mi vida que subo de paquete en una moto, no quería caer por tierra, como acaeció en las otras dos anteriores.
Un servidor, en su inocente desconocimiento de las leyes de la física, pensaba que el cometido del paquete era volcarse hacia el lado contrario al que se inclinaba el piloto, por la cosa de compensar las fuerzas centrífuga y centrípeta. Resultado: cuerpos a tierra, rodillas y codos escoriados y la promesa de no subir más nunca a un artefacto con motor y dos ruedas.
Noche griega. El camarero, en un castellano potable, me dice que aprendió nuestra lengua en la cama, con una argentina. Le digo que es el sistema más grato y económico. Se queda pensativo. Luego, estrechado a preguntas, el mozo de comedor, bien plantado y guapito de cara, me confiesa que también aprendió así el francés y el alemán y el inglés; y nosotros, en España, sin hablar de verdad ninguna lengua viva. Y si no, que se lo pregunten a Rajoy.
Se oyen gritos atenienses. En este preciso momento Grecia se juega su pase a la final de no sé qué campeonato futbolero. ¡Allez la Grèce! La camarera greca me dice que su corazón late por el match de fútbol. ¡Qué desperdicio! El camarero, medio macarra él, me cuenta que ha dejado a la argentina por una yankee, que fue modelo y está muy buena pero “…que no tiene comunicación con ella después del acto…” Se van mañana a San Francisco. ¡Que Dios les bendiga y se apiade de él!
Ella no me preocupa. Primero, porque no la conozco y segundo, porque se lleva a su apolo a su tierra.Más tiran dos tetas que dos carretas.Un ciprés oculta el plenilunio. O quizá sea ella, mi Afrodita, quien se esconde tras el enhiesto árbol. Me obsequian con un vino dolcetto de Samos. ¡Qué agradable! Es de uva pasa, pero blanco. Subo al “penthouse bar” a rematar la noche. «Con un café con leche y una ensaimada, rematas una noche de cabaret» reza el tango.
En el ático ateniense la copa no es simétrica. El borde el vaso es más alto por un lado que por el otro. Amplifica así los efectos etílicos. Camareros no hay. Están viendo el partido en minimalistas aparatos de TV: 0-0. ¡Allez la Grèce! Viene la prórroga: ¡Sait´on jamais!
El taoísmo sabe que la embriaguez te hace lúcido, libre, sin peso. En China el vino es elixir de la inmortalidad. Un filósofo Zen escribió sobre la resaca. «Te parece que no te encuentras bien. Tienes la mente llena de “malas hierbas”. Si consigues no combatirlas, ellas también pueden enriquecer tu camino hacia la luz».Para mí que ese buen hombre quiso decir, traducido al lenguaje del funesto Occidente, que lo peor de la resaca no es la molestia física, sino la puñetera culpa. En resumen: cantidades industriales de té verde y de agua con limón y…buscar el lado espiritual del hecho de sentirte hecho unos zorros.
Me levanté de los manteles consolado y confortado. La luna griega es casi tan rotunda como en Murcia. El poderoso influjo de Afrodita marca un gol del equipo de Grecia. El delirium tremens. Cohetes, bocinazos y abrazos colectivos.
Me recojo en mi habitación, la 1006, y cierro puertas y compuertas. El sueño es una rosa, dicen en Persia. Si alguna de las mozas griegas que conocido quiere algo de mí, en recepción tienen llave maestra.
A la siguiente mañana, instalado en el “main lobby” del Hilton Athens, bebo té verde y natural mineral water. En una hora marcharé al aeropuerto que se llama ahora “El Venizelos”.
La comida de trabajo de ayer se celebró en un comedor del hotel llamado Thalia. «Estas que me dictó rimas sonoras, culta sí aunque bucólica Thalía…». Cito de memoria. Par coeur. Mis colegas no sabían de la función protectora e inspiradora de la diosa griega sobre la poesía. Vamos, que ni puñetera idea sobre quién era Thalía
Las griegas han mejorado y muy mucho. Se ven hembras guapas por la calle. Antes, no. El hotel es fantástico. Servicio y cocina también. ¿Alguien da más? Si me pierdo en Atenas, me buscáis en el Hilton.
En consciente homenaje a mis contradicciones, acabo de cometer el acto más raro de mi vida. Siempre refunfuño de la manía de comprar posters en los viajes. Pues bien, acabo de comprar uno, con su canuto de cartón incluido. Mi antiguo reproche viene de que un poster abulta mucho y es incómodo de transportar. Pues aquí me tienen, con un pedazo de póster/canuto que no se lo salta un galgo. Ya encontraré una pared que lo sostenga con dignidad. ¡Anda que no!
UN VIAJE MUY ENRIQUECEDOR ,MENUDA FORMA DE APRENDER IDIOMAS EL MOZO,JAJAJA
ResponderEliminarES UN VERDADERO GUSTO LEER SU VIAJE
UN ABRAZO
Bueno, Grecia debe ser digno de verse.
ResponderEliminar(No me acuerdo como se llama el vino tinto griego......Ouzo?)
Un abrazo.
Manuel, estos textos acerca de Grecia son muy buenos, los leo con mucho agrado, aquella tierra donde nació nuestra civilización, donde empezó la democracia y donde parece que ahora ha terminado, la tengo presente Este mar clásico y a estas tierras limitadas por los olivos son la única patria que he comprendido. Ahora estoy leyendo "Teseo no saldrá del laberinto" un libro de poemas de mi amigo José Florencio Martínez que está a punto de salir a la venta y del que tendré que hacer su presentación, se trata de una auténtica maravilla.
EliminarSalud
Francesc Cornadó
Me gustan los contrastes, más tiran dos tetas que dos carretas al lado de un ciprés oculta el plenilunio; vulgarismo y poesía de la mano.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Sin duda es un viaje envidiable!!
ResponderEliminarSube la fotografía del póster!! jaja
Cariños viajero
Querido Manuel:
ResponderEliminarMi Kayla más educada dice: "Qué trabajo tan enriquecedor ese tuyo que incluye ver mundo, vivir las culturas en primera persona..."
Mi Kayla pícara piensa que debe ser la caña ir aprendiendo idiomas de cama en cama y hacce cuentas de cuántos aprendió ella con ese ancestral método.
Mi Kayla más curiosa se pregunta sobre el contenido del póster, que te ha hecho desisitir de tus propias manías de no comprarlos: ¿ Será la imagen de una diosa griega, un monumento emblemático, una colección de figuras, una escena mitológica...? Me mata la curiosidad.
Un beso triple ( o más).
m
ResponderEliminarGracias Manuel amigo mío por compartir desde este espacio amigo de letras Casa de Citas historias de la vida , historias del ayer...Griega es la noche II... hay un III capitulo.
ResponderEliminarTengo curiosidad por saber si el poster era de Calendario de chicas griegas...o de otra indole o temática.Gracias...
Un abrazo fraternal de MA desde El blog de MA ...hoy un post nuevo recordando el ayer.