Carta de un amigo a una amiga de mi amiga
(el autor de este enredo, enredando en Atenas entre monedas y sellos)
Llega a mis manos la carta que un amigo
de mi amiga envía a una amiga suya, correo que, con permiso de todos los
presuntos implicados, transcribo tal cual, sobre todo porque está redactada por
mí:
““Entre amigos no hay ofensas que agravien largo
tiempo. No pasa nada, salvo las huellas de arañazos que, irremediablemente,
quedan un tiempo sobre la piel del corazoncito de cada uno.
En los últimos años, he escuchado, en varias
ocasiones, la teoría de la superior velocidad de sus circuitos
cerebrales y conexiones neuronales en boca de mujeres fuertes y
presuntamente independientes y autosuficientes. Sin ir más lejos, una de mis
hermanas la esgrimió, hace pocos días, ante su maridito lindo. Del otro
lado del género humano, mi mismísimo padre, persona de trato difícil y en
ocasiones desagradable, solía decir: "Cuando fulanito va, yo he ido y he
vuelto tres veces".
En lo que a mí concierne, en esta etapa de mi vida,
prefiero vivir la vida en "tempo moderato" que, como bien sabes, es
un movimiento intermedio entre el "andante" y el "allegro".
Hace unos meses, una mujer con la que tonteaba un poco me dijo:
- Es que yo trabajo en tres pistas a la vez...
Mi respuesta, formulada con respeto y afecto, fue como
sigue:
-Por eso será que estás siempre dispersa y
difusa...Trabajar simultáneamente en tres pistas es bueno para el circo, pero
no deseable para vivir en paz consigo mismo.””
Por mi parte, desconociendo qué cosas
acaecieron entre esa pareja de cuerpos y almas, uno mujer y otro hombre, no me queda más
remedio que sacar a relucir las viejas dudas que abrigo sobre la posibilidad
real de que una persona hombre y otra persona mujer quienes, tiempo atrás,
compartieron sexo, puedan transformar su relación de escalofríos y relámpagos
en otra de simple amistad.
Y no se diga si uno de ellos mantiene
encendido el rescoldo de su amor hacia él o hacia ella ¡Sería preciso tener en
las venas sangre de horchata!
Es maravilloso cuando se vive en "tempo moderato" con la consciencia de que en cualquier momento, si se desea, se puede pasar (dulcemente?) al "allegro"...
ResponderEliminarUn beso entre el moderato y el siguiente...
Bueno... mi querido Manuel...hay que tener mucha agilidad física para actuar en ese circo que mencionas. Pero la vida es un juego y hay que conocer muy bien las reglas...porque ¿cómo burlarlas si no?
ResponderEliminarCuando a todos, toditos, se nos meta en la cabeza que el amor dura un rato...nos sentiremos muchísimo mejor...y nunca se convierte en amistad; eso es un camelo, querido, egoísmo puro y duro...y lo de "duro" sin quedan agallas, por que si no ni eso....
Tu querida amiga de siempre, Marian.
Besos.
Pensaba en la frase tu padre y me acordé del refrán: "cuando tú vas por la leche, yo ya vengo con el queso".
ResponderEliminarTrabajar en tantas pistas, no suma posibilidades, las resta, es más una tempestad que un buen puerto.
El rescoldo de uno solo tiene mal pronóstico, vamos a imaginar un rescoldo de dos, para que ambos se arrepientan de haber perdido un tiempo precioso.
Un abrazo, Manuel
Manuel:
ResponderEliminarEs una buena elecciòn vivir en "tempo moderato".
En algunas ocaciones hay que dejar que las cosas fluyan sin forzarlas.
Abrazos
Siempre eres propositivo,en tus entradas. Pues las cenizas dicen por ahí "cenizas quedan" para mi gusto. El pasado amatorio quedó atrás, son muchos kilómetros por el medio. Años que hacen cambiar desde el humor hasta el olor y pues ni para amistad me pintan los fantasmas
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