¿Se puede saber qué quieres ahora?


(foto tomada por mí)

Primera secuencia

Suena el móvil de la chica:

─¡Dime! ¿qué quieres ahora? ¿dices que quieres besarme? ...deja, deja... ¡te portaste fatal!



Segunda secuencia

El hombre farfulla:

─¡Espera, espera, no cuelgues! que la cosa no es lo que parece...  ¡mierda!

¡Cretino! -piensa la chica mientras apaga el móvil- ¡qué buena excusa me has dado para mandarte a esparragar! En realidad lo estaba deseando y no sabía cómo hacerlo, musita la moza.






(foto tomada por mí)

Tercera secuencia


El muchacho escribe un mensaje a la chica, vía WhatsApp:

Mujer, no te pongas así. No des importancia a cosas que no la tienen ¡Tenemos que hablar!

Pasaron tres horas antes de que en la pantalla de su Galaxy saltara el doble click.

Esas pocas horas bastaron para que ella se cerciorara de la fragilidad de su decisión. Escribió su respuesta:


Tú no sabes lo que es amar. Eres hombre de pasiones, no de amor.


(foto Daido Moriyama-Eros-Or-Something-Other-Than-Eros-1969)


Cuarta secuencia


Pero apenas pulsó “enviar”, levantó los ojos del pequeño artilugio y lo estaba introduciendo en el bolsillo trasero de su ajustado pantalón cuando vio que a su lado estaba aparcado el Volkswagen Golf gris perla de Nacho. No podía ser cierto; no le había vuelto a ver desde aquel día, iba para un año, en que el muy hijo de puta la había citado muy cerca de allí, en el Pub Meeting, para informarla de que en un mes se casaría con Maribel.

Sabes que tú eres la mujer de mi vida -le había dicho entonces- la única a la que podré amar. Pero esto es otra cosa, cielo. Maribel es una buena chica, me quiere mucho y, sobre todo, está podrida de pasta. Sé de buena tinta que su padre va a entrar en el próximo gobierno del PP y me ha prometido una Dirección General de algo. Compréndelo, es mi futuro.

Le temblaban las piernas hasta la punta del tacón. Cruzó la calle a trompicones, se retocó los labios y entró en Meeting. Le vio de espaldas, semiapoyado en la barra ¡Dios, cómo estaba el muy…! Pasó a su lado sin mirarle y fue a sentarse en un taburete donde él pudiera verla.

Realmente las pasiones no estaban tan mal.


La segunda y cuarta secuencias son obra y gracia de Ana Montojo, escritora y editora de un blog que recomiendo. Aquí:


(foto Saul Leiter)

Comentarios

  1. Es interesante como escribes Yo recien estoy aprendiendo
    Gracias por compartirte

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  2. LA PASIÓN, el motor de mi existencia!!! bello trabajo...
    siempre amigo
    lidia-la escriba
    www.nuncajamashablamos.blogspot.com

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  3. la pasión siempre en mi vida! bello sencillo!!!
    amigo...
    lidia-la escriba
    www.nuncajamashablamos.blogspot.com

    ResponderEliminar
  4. ¡A esparragar!, antes de que la relación se complique y es que no es fácil elegir con quien transitar un camino muchas veces serpenteante.
    La pasión tiene su gracia pero es tirana, exige un imposible, que todo sea siempre idílico y sin riesgo.
    Buena tarde, Manuel. Me alegra que publiques. Bss

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