Tres tardes con Fidel Castro
Las horas contadas Primer encuentro Fidel Castro Ruz envió coche y escolta a buscarme para comparecer ante él. Eran las cuatro de la tarde de un jueves de agosto del año de gracia 2007. Se trataba de charlar con el Comandante en Jefe, oportunidad que me proporcionó el destino la noche en que conocí a Sergio del Valle, un histórico de la revolución cubana. Fue médico de la guerrilla en Sierra Maestra, en el oriente de Cuba y recibió el título de Héroe de la República. Ha muerto ha poco, semanas después de hacerme tremendo regalo. El libro de la vida quiso que el invierno anterior, en un club de Caracas reservado para oficiales chavistas, conociera yo, tragos de ron por medio, a un compañero de Fidel. Sergio, ya mañaneando en la cima del Monte Ávila, va y me suelta: − Mire compadre, usted como que me cayó bien. Me dicen mis camaradas bolivarianos que usted escribe no tan mal. ¿Es correcto eso de que usted es hombre de buenas letras? ¿Quiere conocer a nuestro Comandante