Trono vacío


( foto tomada por mí )

Un deseo realizado, un simple hecho, no tienen en realidad más verdad ni más valor que un sueño.
Lo ideal es ser libre, no estar condicionado por nada ni por nadie.

Comentarios

  1. Desatarse para volar...con los pies en el suelo sólo cuando sea necesario.
    La foto con un rayo de luz...¿tal vez natural?

    Besos, Manu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, querida Marián, es natural ese cuajo de luz, íntima luz de memoria y olvido ¡Gracias!

      Eliminar
  2. Por supuesto que si.
    El sillón me ha recordado uno muy parecido que usaba mi padre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mari-Pi-R ¡muchas gracias por tu visita! Tomé la foto en Parador de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela. La luz, natural, entraba por una ventana.

      Eliminar
  3. La libertad no tiene precio...pero se paga un precio por ella.
    Renunciar a las ataduras que nos atan y matan.
    Hay que ser uno mismo... sin colorantes ni conservantes.

    Besos de luz y libertad.
    MA.
    El blog de MA.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MA, querida amiga, muchas veces el precio de ser libre consiste es la soledad.

      Eliminar
  4. Sí, eso es lo ideal, pero bueno, habrá que adaptarse...
    Un abrazo¡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El gran error de nuestra existencia es creer que estamos aquí para ser felices. Abrazos, amiga AMAPOLA.

      Eliminar
  5. En los tronos deberían sentarse los más justos o por lo menos aquellos que intentaran entender a sus súbditos. En cuanto a la libertad es fácil decir que nacemos con ella pero....lo mires por donde lo mires, en todos los sitios nos encontramos cadenas.
    Buenas noches, Manuel.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!

Entradas populares de este blog

Antiguo muchacho

Granada: Casería de Los Cipreses. Recuerdos en azul y blanco.

¿Por qué escribe usted?