400 patadas al idioma
400 patadas al idioma Un cartógrafo envía numeradas las faltas que ve en el diario. “Aporto un grano de arena a la mejora de mi periódico”. Esta columna pretende ser un homenaje al lector Fausto Rojo, nacido en Granada hace 72 años y residente en Barcelona desde 1967. Mi antecesora, Lola Galán, ya le dedicó dos elogiosas menciones porque este cartógrafo jubilado envía numerados errores que detecta en EL PAÍS. Los denomina patadas al idioma y el pasado día 11 alcanzó la cifra de 400. Ese día, aclaraba: “Me gusta creer que aporto un microscópico grano de arena a la mejora de mi periódico favorito y presumo con mis nietas (Emma, de 16 años, y Nuria, de 13)”. El homenaje, por tanto, es también un agradecimiento a quienes nos escriben para mejorar su diario. “No habré dejado de leer ni cien números del periódico. Antes leía otro pero, cuando salió EL PAÍS, se acabaron las tonterías”, cuenta por teléfono Rojo, que no entiende la “falta de